La profesión docente, quizá más que otras, requiere un elevado índice de actualización y conciencia de los cambios que se presentan y avizoran en la sociedad; como componente fundamental de ella, como modelador y como termómetro de sus transformaciones. Las modas y tendencias tecnológicas no le dan respiro al maestro que se quiere mantener al día en la preparación del equipaje con el que quiere dotar a sus estudiantes de las herramientas para que sean mejores seres humanos y aporten con ética y calidad a la sociedad. Ante la avalancha de conceptos, escenarios y necesidades de resolver diversas problemáticas debemos resaltar que ya no se trata de herramientas: debemos trabajar con mediaciones.”
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